Seguramente, muchos nos sorprendimos del reciente robo de la pintura denominada “Trémula V”, de José Pedro Godoy desde el Museo Nacional de Bellas Artes.

Si bien la pintura no es de aquellas de más alto valor comercial, llama la atención la naturaleza de la situación, pues quien realizó la extracción fue un indigente.

Además, sorprende la facilidad con que se produce el hecho, ya que el cuadro fue descolgado de la pared donde se encontraba y nadie se percató de la situación, incluidos los encargados, así como tampoco las cámaras. El robo solo se detectaría hasta casi 24 horas después, algo ciertamente llamativo en un museo para muchos considerado como el más importante de nuestro país.

Al revisar noticias relacionadas, descubrimos que la situación no constituye en sí un hecho aislado, sino muy por el contrario, en el último tiempo el arte se ha constituido en un foco de atención de robos, con distintas orientaciones en su ejecución y donde la mayoría ocurre por encargo. Sin embargo, en el caso aludido la motivación fue muy distinta, ya que todo nació del impulso y necesidad de una persona en situación de calle.

Normalmente, se asume que las empresas, y en este caso los museos, dada su naturaleza y el valor de los objetos que allí se mantienen, poseen procedimientos de estricto control a fin de salvaguardarlos, lo cual debería implicar, entre otros, la verificación de su existencia, su comprobación cada cierto tiempo, junto con revisar el estado en que se encuentran; a lo que se sumaría, de existir mecanismos de alarma, evidenciar que funcionen.

Por lo anterior, es de interés, cualquiera sea la naturaleza de una organización, analizar las razones del por qué aquellas instancias de control que se asume existían fallaron, pues la situación se podría volver a repetir, dañando no sólo al propietario del objeto, sino también como en este caso, a la imagen de la entidad que la cobija, y que eventualmente se podría ver expuesta a posibles reparaciones monetarias, lo que desmejora aún más la percepción de la comunidad sobre su desempeño y gestión.

mauricio andrés burgos navarreteMauricio Andrés Burgos Navarrete. Doctorando y Master en Finanzas. Director de la carrera de Auditoría e Ingeniería en Control de Gestión. Facultad de Administración y Negocios, Universidad Autónoma de Chile.

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